domingo, 24 de junio de 2007
La Vuelta a Arcadia.
Por
Jesús Ademir Morales Rojas
El mundo fenoménico no existe; es una hipóstasis de la información que procesa la Mente. Hipostasiamos la información convirtiéndola en objetos. La redistribución de los objetos significa cambio en el contenido de la información; el mensaje a cambiado. Hemos perdido la capacidad de leer este mensaje. Nosotros mismos somos parte del lenguaje (...). La Mente solo habla por intermedio de nosotros. El discurso pasa a través de nosotros y su dolor nos impregna el alma irracionalmente. Como lo advirtió Platón, hay una veta de irracionalidad en el mundo.
Philip K Dick
Giorgio Colli desarrolla una lectura del devenir de la reflexión metafísica de Occidente y encuentra un punto de división singular y determinante:
por un lado localiza la era de la sophia, es decir, la era de los pensadores presocráticos, y en contraste, Colli distingue la edad de la philosophia, que tiene su origen en una declinación irreversible del nivel de especulación llevado a cabo con respecto a la pureza y profundidad de la sabiduría practicada anteriormente.
"Platón llama “filosofía”, amor a la sabiduría, a su investigación, a su actividad educativa, ligada a una expresión escrita, a la forma literaria del diálogo. Y Platón contempla con veneración el pasado, un mundo en que habían existido de verdad los “sabios”. Por otra parte, la filosofía posterior, nuestra filosofía, no es otra cosa que una continuación, un desarrollo de la forma literaria introducida por Platón; y sin embargo, esta ultima surge como un fenómeno de decadencia ya que “el amor a la sabiduría” es inferior a la sabiduría”. Efectivamente, amor a la sabiduría no significaba, para Platón, aspiración a algo nunca alcanzado, sino tendencia a recuperar lo que ya se había realizado y vivido. "
Transitando por el sendero abierto por el autor de El Nacimiento de la Tragedia, Colli pondera el tiempo de los sabios cual Arcadia del conocimiento, una Edad de Oro a la manera de la emulada por El Caballero de la Triste Figura en una de sus inspiradas disertaciones; un autentico festín del saber que se transforma ya, en el motor y meta de los afanes del profesor de Turín. Colli busca rastrear la fuente cristalina, madre de aquel torrente especulativo único en la historia de la humanidad, el pensamiento arcaico heleno.
Henry Matisse – La Danza
"En Grecia el sabio es un pugilista, siempre precavido contra ataques mortales, incluso en sueños visitado por monstruos y guerreros, que con gestos mesurados, aparentemente benignos y sosegados, y soltura en sus miembros, emerge de una refriega vertiginosa, de las insidias de los dioses.
Después de la lucha las palabras salen de su boca con firmeza, sin titubeos."
Cuando Heráclito y Parménides se medían en la arena de las ideas, la sabiduría era una posesión deseada por los hombres, pues lo que se consideraba como el don más preciado por su procedencia divina, era el conocimiento: verdadero culmen de lo valioso en la humana vida.
Pero posteriormente, con el advenimiento de la obra de Platón ( no obstante grande y bella) el conocimiento transfigurado, disminuido, en escritura, se establece y consolida como literatura en estado puro.
"En varias ocasiones Platón designa a la época de Heráclito, de Parménides, de Empédocles, como la era de los “sabios”, frente a la cual él se presenta a si mismo como un filosofo, es decir, como un “amante de la sabiduría”, esto es, alguien que no posee la sabiduría."
Además Colli encuentra a Platón dominado por el frenesí del literato, merced a su acercamiento a la tradición retórica, y además en él el artista se impone al ideal del sabio. Aun por sobre su severa critica al arte, a la poesía, a la escritura, predomina en Platón la pasión del dramaturgo.
"La tradición dialéctica le ofrece simplemente el material que plasmar. Y tampoco hay que olvidar sus ambiciones políticas, algo que los sabios no habían conocido. De la mezcla de esos dones y de esos instintos surge la criatura nueva, la filosofía."
Pero más allá de haber capturado los orígenes de la filosofía, a Colli le interesa el resaltar que...
"lo que precede a la filosofía, el tronco para el que la tradición usa el nombre de “sabiduría” y del que sale ese vástago pronto atrofiado, es para nosotros, remotísimos descendientes- de acuerdo a una inversión paradójica de los tiempos- mas vital que la propia filosofía."
La sabiduría brota y fenece en aquel fugaz y extraordinario lapso dentro de la gran aventura del intelecto de la mano de los presocráticos, aunque las resonancias de las notas poderosas de sus poesías y sentencias aun se escucha en los monumentales sistemas filosóficos posteriores. Así, y a pesar de todo, en Platón y Aristóteles, así después y mucho después, en Plótino, Spinoza, Kant, Schopenhauer y Nietzsche.
Giorgio Colli subraya un motivo fundamental que incentiva los trabajos de todos estos pensadores y que los vincula directamente con aquella extraviada Arcadia del conocimiento: la intuición del mundo como representación.
Nicolas Poussin – Los Pastores de Arcadia
Un artista genial y delirante como Philip K dick puede, a su modo, ilustrar cabalmente esta intuición fundamental que el mismo Schopenhauer destacó como la piedra de toque de toda vocación filosófica, escuchemos a Dick :
"Nuestro Dios es el Deus absconditus: el Dios oculto. ¿Pero por qué? ¿Por qué es necesario que seamos engañados respecto a la naturaleza de la realidad? ¿Por qué se halla camuflado en una pluralidad de objetos heteróclitos y ha disfrazado sus movimientos en una serie de procesos debidos al azar?. Todos los cambios, todas las permutaciones de la realidad que vemos son expresiones del desarrollo decidido de esta simple, esta única entelequia; es una planta es una flor, una rosa abriéndose. Es la zumbante colmena. Es la música, un canto (...)Vagamos colectivamente en una especie de holograma láser, criaturas reales en un mundo manufacturado, una escena sobre la cual se hallan instalados artificios y criaturas en medio de los cuales se desliza un espíritu decidido a permanecer desconocido."
(de su ensayo Si encuentran ustedes este mundo malo deberían de ver alguno de los otros.)
La equivalencia de esta visión seria la del velo de Maya hindú que también simboliza la toma de conciencia de que lo considerado como real es sólo una “apariencia” y que es la fachada de algo que permanece oculto entre las sombras
" así surgen los dioses, creados por el poder cognoscitivo del hombre, símbolos que aluden a una profundidad, a algo que esta tras las imágenes de los sentidos. El dios expresa la evanescencia del mundo."
Para Colli este saber es el cimiento de todo autentico empeño especulativo, esto aunado al hecho de constituirse como una certeza milenaria que nos hace remontar hacia los ayeres del conocimiento mistérico, en donde la vida y su fondo fundamental se erigen como el tallo que orienta y edifica la monumental herencia teórica que va desde las eras tempranas de los helenos hasta Parmenides y del Eleata hasta Nietzsche.
"La Grecia antigua nos ofrece muchas figuras, palabras e imágenes que la fantasía y el intelecto se esfuerzan por seguir(...) pero hay una raíz de la cual aquella multiplicidad no es mas que una manifestación; es un punto de convergencia que trivialmente puede llamarse el sustrato de la cultura griega(...).Los Griegos han dado nombres a este sustrato Uno de ellos es Orfeo(...) (que es) la voz profunda de Grecia –aunque no la única- de la cual surgen en parte, la religión, la poesía, la filosofía.(...)
Esta convergencia desvela ya algo que es solamente griego(...)la calidad imprevisible de la fantasía, la alegría del hombre ante visiones terribles desenmascararan nuestros juegos conceptuales, señalando el núcleo perdido de aquella vida."
Henry Matisse – La Música
La filosofía de la expresión de Giorgio Colli, filólogo maestro, es una estrategia para rescatar aquellas intuiciones y corazonadas de los que el autor de El Nacimiento de la Filosofía se adueña con el auxilio de las reflexiones criticas que realiza sobre algunos filósofos tan importantes como Kant y Nietzsche y que se distancian aun más en sus orígenes remotos en las enseñanzas esotéricas de las doctrinas mistéricas.
De este modo, las figuras mas representativas de la tradición órfica tales
como Dionisos, Fanes, Ananke y Mnemosine, así como la revisión intensiva de tono crítico de los filósofos alemanes citados, entre otros,
se manifiestan como los personajes principales del teatro metafísico colliano.
Además, y con referencia a la tradición órfica, la estampa de Dionisos ante el espejo resume y condensa simbólicamente el corazón mismo de la filosofía de la expresión, la filosofía del goce del contemplador : Dionisos es lo insondable en donde lo lúdico y lo violento tienen su confluencia.
"Mirándose al espejo, el dios ve el mundo como su propia imagen. El mundo pues es una visión, su naturaleza es solo conocimiento. La relación entre Dionisos y el mundo es la relación entre la vida divina, indecible y su reflejo. Este ultimo no ofrece la reproducción de un rostro, sino la infinita multiplicidad de las criaturas y de los cuerpos celestes, el descomunal
sucederse de figuras y colores: todo esto es rebajado a apariencia, a imagen sobre un espejo. El dios no crea al mundo: el mundo es el propio dios como apariencia. Lo que nosotros consideramos vida, el mundo que nos rodea, es la forma bajo la que Dionisos se contempla, se expresa frente a si mismo.
No hay dos cosas, respecto a las cuales haya que averiguar si están separadas o unidas, sino que hay solo una cosa, el dios, del cual nosotros somos la alucinación."
Dionisos es aquí la inmediatez allende toda representación y toda dualidad inherentes a la acción estructurante del logos en su elaboración irreversible de la superficie expresiva.
Dionisos es el desgarrarse, el desgajarse de la vida entera y cuando la divinidad se observa a si misma descubre una imagen en donde no se reconoce. El espejo de Dionisos hace presente, pero solo por un instante, lo profundo de la inmediatez, su morada, expuesta múltiple en miríadas de series expresivas.
He aquí el quid del matiz enigmático de este desarrollo cognoscitivo, cuya instigación primera, procede de la propia inmediatez inasible.
"Solo Dionisos existe, en el todo se anula: para vivir, el hombre debe regresar a él, sumergirse en el pasado divino. Y, en efecto, en las tablillas
órficas se dice del iniciado que anhela el éxtasis mistérico: “Ardo de sed y muero: pero dadme, aprisa, la fría agua que mana del pantano de Mnemosine”. Esta última, la memoria, apaga la sed del hombre, le da la vida, lo libera del ardor de la muerte. Con la ayuda de la memoria “serás un dios en vez de un mortal”. Memoria, vida, dios, son la conquista mistérica contra el olvido, la muerte, el hombre, que pertenecen a este mundo. Al recuperar el abismo del pasado, el hombre se identifica con Dionisos."
De tal suerte, y como bien establece Narcís Araguay, la filosofía de Giorgio Colli se proyecta como una hermenéutica de la memoria que tiende limites y nexos entre la inmediatez y el universo de las series expresivas, ( las representaciones comunicadas por la palabra, las expresiones).
Colli emula a los presocráticos en su lucha por atesorar una sabiduría de corte trágico, en donde el enigma y el misterio encuentren su fortaleza transformados en una teoría del logos, adecuada para comprender y explicar un mundo apariencia, velo de Maya, acertijo, incitante al descubrir, al resolver: la filosofía de la expresión quiérese ofrecer como el hilo de Ariadna para el héroe intrépido del desengaño y la lucidez que quiera sujetarlo y penetrar entre las brumas del laberinto inclemente que es la realidad representativa.
Karel Appel – Hip-Hip-Hurra
El trofeo para quien se aventure y triunfe en la hazaña será, como para aquellos campeones agonistas de la sabiduría antigua, el hacerse de la presea mas deseada: contemplar al dios-bestia de frente, independientemente del resultado, y hacerse del conocimiento, de ese conocimiento que fundamenta al mundo y que hace a la vida digna de ser vivida con toda su dionisiaca y luminosa intensidad feroz.
Pero cuidado, el saber deslumbra, no se olvide que Apolo es el dios terrible, flechador, imprevisible, lejano, vengativo, aniquilador, y en la Arcadia del conocimiento esto estuvo siempre presente:
En la pintura de Poussin los pastores-sabios de Arcadia encuentran un féretro, símbolo de la inminencia del desastre, con la inscripción “yo estuve en Arcadia”.
Además los danzantes de Matisse, eufóricos y poseídos por el dios no completan su círculo: unas manos trémulas no se sujetan, hay una inestabilidad de fondo, un sentido de absurda crueldad ciega inherente a la realidad.
Los músicos igualmente no sonríen y parecen querer decirnos algo con el mudo ahogo de sus miradas y en la obra de Karel Appel los rostros de los que nosotros imaginamos como los danzantes de Matisse, ya transfigurados
en algo allende lo humano por los ímpetus del éxtasis mistérico parecen emitir alaridos a medio camino entre el júbilo y la angustia mas atróz.
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Imagenes tomadas de:http://www.psicoterapiarelacional.es/portal/Portals/0/Pintura/Matisse_La_Danza.jpg
http://www.diacenter.org/rooftop/webproj/fprayer/img/poussin.jpg
http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/proyectos/acercarte/veinte/veinte4/matiss1.jpg
http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/proyectos/acercarte/veinte/veinte12/carexp11c.htm
http://www.mcs.csuhayward.edu/~malek/Surrealism/tanguy3.jpg
Hay tanto que leer y tanto que aprender en todos tus escritos.
ResponderEliminarPor eso DESCARTES es el fundador de la Filosofía Moderna porque le asigna al método una función nueva, lo malo es que él nunca hizo una exposición concreta .
Un gran abrazo
Liliana amiga querida, gracias por visitar mi refugio y por compartirme tus observaciones siempre pertinentes y valiosas.
ResponderEliminarUn gustazo tenerte por aquí.
Te envío un gran abrazo (pero bien mexicano, muy muy fuerte)
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