jueves, 23 de agosto de 2007

La agonia de existir- Homenaje a Hidekki Anno (Neon Genesis Evangelion)



Por
Jesús Ademir Morales Rojas

"…Nada es... Todo está permutado…"
                                  
                                      Hassan-i-Sabbah

"…un instante, no más,
No más que el mínimo
perpetuo instante del quebranto,
cuando la forma en sí, la pura forma,
se abandona al designio de su muerte
y se deja arrastrar, nubes arriba,
por ese atormentado remolino
en que los seres todos se repliegan
hacia el sopor primero,
a construir el escenario de la nada.
Las estrellas entonces ennegrecen.
Han vuelto al dardo insomne
a la noche perfecta de su aljaba."
                      
                      José Gorostiza, Muerte sin fin.



***

…y formando ondas calmas en el océano de metal, se difuminaron en la distancia, sin percatarse de la contemplación serena que realizaba, flotando sobre las aguas, una silenciosa presencia que nadie vio…

***
                                                                 

Cynthia habló, con vehemente entonación, a todos los científicos participantes del Centro Espacial Cronía:
-Y bien, el Proyecto Nexus está en marcha; no había ya, más tiempo que perder, la situación de extrema emergencia nos orilló a ello. Oxford, y las más importantes ciudades del mundo han sido presa de actos sistemáticos y escalonados de terrorismo brutal, grupos radicales y sectas homicidas y tribus urbanas, han desatado el caos y la destrucción masiva de gente e instituciones. No le queda otra esperanza al mundo que la que forjamos aquí. Hemos bombardeado a un agujero negro, oculto en nuestra galaxia, con nuestro más poderoso cañón de partículas: lo hemos alterado al grado de transformarlo en un agujero de gusano; ahora continuamos dirigiendo todo el material exótico que hemos recolectado durante años, a fin de mantener abierto el agujero- que en esencia es un pasaje para viajar por el espacio-tiempo.
Aunque recuerden: el viaje viene condicionado por el mismo momento de la creación del agujero.
Pero aún con todo esto-prosiguió Cynthia- es nuestra única, nuestra última esperanza; es necesario esforzarnos todos aquí y ganar el tiempo suficiente para que podamos concretar la alternativa que nos abre Nexus: obtener el acceso a un universo alternativo limpio y apto para todos. Ahora bien, IA plus, ese ente virtual desquiciado, esta decidido a detenernos a toda costa, a fin de controlar la transformación de la realidad, es por eso que ha enviado a sus hordas de clones, alterados genéticamente, para arrasar el Centro espacial Cronía, el último bastión de la humanidad; además de lo anterior, existen rumores de que se ha infiltrado su brazo ejecutor predilecto, la traidora Lain, dentro de las instalaciones de Cronía, con el propósito de sabotear el funcionamiento de cañón de partículas que sostiene la marcha del proyecto Nexus. Finalmente, advertencias repetidas del sistema nos mantienen preocupados acerca de un posible ataque directo de Ia luz a toda la red de equipos de nuestro Centro, para impedir que el agujero siga abierto.
¡Tenemos que contener a toda costa sus nefastas acciones!
Cynthia dispuso entonces que el cyborg Michio koki se internara en la red subterránea de las instalaciones de Cronia para detener el ataque de Lain; Daniels Hokoppler se ocuparía de impedir la amenaza de la horda de los clones de Andrew, y finalmente Cynthia misma se aventuraría en la red para neutralizar el frenesí destructor de IA plus.
Los escasos científicos que quedaban en Cronía, se quedarían frente a los controles maestros para resguardar la marcha de Nexus.
Koki miró con dolido pesar como Cynthia colocaba con atención cuidada sus arneses especiales a Daniels Hokkopler. El se dejaba hacer sin recato. Nada había sido igual entre ella y Koki desde que Daniels había aparecido. La identificación entre los otrora durmientes crionizados era algo que superaba los ímpetus pasionales de Koki, y esto aunado al extraño mal que padecía Hokoppler, que le ataría los cuidados de Cynthia, colmaban el alma de Koki, de rencor y despecho máximo.
Sólo un ambigua mirada le dirigió la rubia científica en jefe, cuando Michio Koki, furioso y abrumado de celos, se internaba ya en las estructuras subterráneas del centro, pistola en mano.
Nunca más volvería a verle con vida.

***

Daniels Hokoppler por su parte, luego de volver a la vida tras su largo sueño de crionización, había descubierto con pesar que su cuerpo había sido invadido por un extraño virus que lo hacía inmune al dolor. Impulsado por el amor a Cynthia se había integrado a Cronía para realizar peligrosas misiones al lado de la científica y de Koki de quien sabía, le odiaba. En muchos de estos trabajos, difíciles y arriesgados, de investigación y de defensa había perdido varias veces partes de su cuerpo y sufrido horribles heridas, pero su extraño mal lo único que hacía era impulsado a seguir, luchando por el amor de Cynthia y la salvación del mundo, aún a costa de soportar múltiples operaciones de reemplazo de su cuerpo. Ahora, para enfrentar a los clones de Andrew le habían diseñado un traje “Equidna” cubierto de navajas extensíbles y arrojables que, aunado a su nula sensibilidad del dolor, lo convertían en un enemigo formidable para cualquier agente del caos.
Junto al resto del personal armado de seguridad del centro, salio a enfrentar a los miles de feroces clones de Andrew que ya rodeaban todo el instituto. Los clones, como feroces mandriles perversos, ejecutaban saltos prodigiosos y se utilizaban de armas entre sí, arrojándose contra Hokoppler y sus auxiliares. Pronto Hokoppler quedó sólo en el combate; donde antes había sido una zona boscosa, ahora, por el destructor paso de los clones, no era más que un páramo de cenizas. Los Andrew iban desnudos y atacaban con movimientos parecidos a los cardúmenes de peces. Inmensos clones, inflados y deformes como grotescas hormigas reina, eran arrastrados utilizando cadenas por muchos Andrew, y de estos Andrew “reina” de sus bocas y de sus anos, salían expulsados otros clones en bolsas orgánicas, que rompían de inmediato para integrarse a la lucha. Hokoppler se movía con pericia guerrera: agitaba sus arneses, armados con filosos cuchillos de un lado a otro y mutilaba así, a un sin numero de clones, pero eran miles y miles y pronto todo el horizonte se vio colmado de estos seres gesticulantes y demenciales. Al final se encimaron sobre Hokoppler, le arrancaron todos los miembros y empalándolo en un mástil lo enarbolaron como un patético estandarte, y celebraron su victoria ejecutando danzas inverosímiles mientras el cielo se derrumbaba sobre ellos.

***

Koki se aventuró por su parte por el laberinto de conductos subterráneos, marchando raudo sobre una motocicleta roja, adaptada y diseñada para él, por un amigo suyo de nombre Akira.
Pronto advirtió la presencia de sus oponentes: la salvaje Lain montaba el lomo lampiño, de una gigantesca rata mutante.
Su intención precisa era, sin duda, arrojarse a las maquinarias gigantescas que daban vida al cañón de energía exótica, que mantenía abierto el agujero de gusano.
Koki los persiguió hasta una profundidad alarmante, hasta que por fin pudo darles alcance propicio a sus disparos, justo cuando ya los túneles eran ya agobiantemente estrechos.
Lain lo vio venir y le atacó con su ballesta de flechas cargadas de ácido, Koki a su vez le disparó varias cargas de su revolver. Una de las flechas sin embargo, rozó a Koki el rostro: derrapó en su motocicleta y cayó herido.
Lain quiso finiquitarlo, y sobre la enorme rata ciega, se acercó para aproximarlo a las fauces de la bestia feroz.
Koki apenas recuperándose, tuvo tiempo para accionar el gatillo de su arma en repetidas ocasiones, una de las cuales propulsó la bala que le partió la frente a la traidora Lain. La rata sin embargo, alcanzó a llegar hasta él y le mordió el brazo hasta el codo. Koki dando un alarido, con el otro brazo sacó su revolver de emergencia y le disparó a la rata desesperadamente hasta aniquilarla.
Desgraciadamente los estertores frenéticos del ingente animal derrumbaron las paredes del túnel y pronto Koki desquiciado de dolor, se vio atrapado en propia tumba.

***

"Porque el hombre descubre en sus silencios
que su hermoso lenguaje se le agosta
en el minuto mismo del quebranto…
…cuando todos inician el regreso
a sus mudos letargos vegetales;
cuando la aguda alondra se deslíe
en el agua del alba…
…cuando todo —por fin— lo que anda o repta
y todo lo que vuela o nada, todo,
se encoge en un crujir de mariposas,
regresa a sus orígenes
y al origen fatal de sus orígenes,
hasta que su eco mismo se reinstala
en el primer silencio tenebroso…"
                                                                                        
                             José Gorostiza, Muerte sin fin

                                                            
Cynthia, tras instalarse el conector en la nuca que la internó en el mundo virtual de la red…
… voló entonces hasta el Centro Alcocer de las sabias conciencias noosféricas, allí fue donde informó al sabio maestro Lordvi y al bondadoso Morquei de la terrible situación. Ellos convocaron a todas las conciencias a una reunión extraordinaria , y ya debatían todas esas brillantes presencias etéreas sobre posibles alternativas de acción, cuando inesperadamente una de ellas comenzó a cantar extravagante, las estrofas del himno a la alegría de Beethoven . Pronto todos esos seres se vieron impelidos a formar un coro desesperado, como si fueran los títeres de una conciencia ajena. Súbitamente sus lenguas empezaron a adquirir un tono azulado y comenzaron a salírseles de la garganta a cada uno de ellos, entre quejidos agónicos. Pronto todos esos apéndices carnosos y reptantes se anudaron en un colosal gusano, que destruyó por completo, al perseguir a una aterrorizada Cynthia, a todos los recintos del Centro Alcocer. Luego, mientras escapaba por los jardines que rodeaban al centro, Cynthia miró como muchos jóvenes que habían estado deambulando tranquilos por allí, ahora señalaban con horror al engendro y gritaban el nombre abominable de “I A Plus”. El repugnante ser pronto fue devorando a cada uno de esos jóvenes Hikikomori , e incluso Cynthia pudo identificar a las desesperadas Ayanami y Schelley al ser asimiladas por las líquidas fauces de esa descomunal babosa azul.
Pronto Cynthia misma se vio acorralada bajo en la carne palpitante y pestífera.
Y se perdió en la negrura.

***

Koki luego de saberse sepultado vivo y sin esperanza de escape alguno, sin ni siquiera una sola carga salvadora en su ama, se desquició por completo, y anduvo en la oscuridad dando de topes con su cabeza, contra las ásperas paredes, y además desgañitándose la garganta gritándole a Cynthia.
Al final, extenuado, se hizo un ovillo junto al cuerpo frío de la rata mutante y comenzó a sollozar, en las tinieblas.
Luego de un tiempo indeterminado, dejo de hacerlo, se estremeció y dijo con ronca voz:
-Es tiempo…

***

Cynthia barría la explanada de un templo inmenso de cristal. Del cielo de pronto cayó una pelotita de plumas de colibrí. Se la guardó la joven en su blanco delantal. De pronto el templo de cristal se estremeció. Sin sentir dolor alguno Cynthia quiso dar a luz y de sus entrañas brotó un pequeño ser entre pájaro y hombre que comenzó a crecer con los rayos del sol. Pronto era un poderoso joven con alas y cabellos de pluma de colibrí.
Tomo de las manos a Cynthia y le dijo:
-Quiero serlo todo
-¿Para qué?- Le respondió la joven madre
-No lo se exactamente, pero no quiero ser ajeno a nada.
Ella le acarició el rostro emplumado y le dijo.
-Entonces más que desear serlo todo, permite que todo pueda ser en ti…
Entonces ella lo atrajo hacia si y se unieron en una dulce y lenta cúpula, y en cada armónico empuje la realidad entera se distendía, pronto se unieron con tal intensidad que se fundieron en un solo ser de color azul metálico que comenzó a crecer y a crecer sin medida.
La realidad virtual de la red entera pronto se vio saturada de esta sustancia extraña, y pronto todos los monitores del mundo explotaron dejando escapar esa sustancia que inundo el orbe entero. En el Centro Espacial Cronía, los clones Andrew que comenzaban a devorarse unos a otros fueron sorprendidos por este torrente de mercurio que se los llevó arrastrados como hormigas ante la corriente fría de un río desbordado.
Tal vez las estrellas mismas cayeron al líquido pesado, quien sabe, lo cierto es que de pronto su brillo se vio enturbiado y hasta la luna pareció alejarse alarmada ante tal cataclismo.
Koki en su tumba se reía a carcajadas, por que se dio cuenta por fin que el ciego de I A Plus nunca hubiera sido capaz de encontrar el verdadero centro del proyecto Nexus, la única verdadera arma que podría resguardar el éxito de la preservación del universo: su propio interior, allí donde se lo habían implantado, en lo más profundo de su conciencia y en su ser.
Afuera todos perecían ahogados en una celebración de muerte infinita.
Koki podía imaginárselo riendo y llorando a la vez que se desangraba.

***

"…hasta que todo este fecundo río
de enamorado semen que conjuga,
inaccesible al tedio,
el suntuoso caudal de su apetito,
no desemboca en sus entrañas mismas,
en el acre silencio de sus fuentes,
entre un fulgor de soles emboscados,
en donde nada es ni nada está,
donde el sueño no duele,
donde nada ni nadie, nunca, está muriendo
y solo ya, sobre las grandes aguas,
flota el Espíritu de Dios que gime
con un llanto más llanto aún que el llanto,
como si herido —¡ay, Él también!— por un cabello
por el ojo en almendra de esa muerte
que emana de su boca,
hubiese al fin ahogado su palabra sangrienta."
¡ALELUYA, ALELUYA!
                        
                                  José Gorostiza, Muerte sin fin.
 

La Dra. Carmona estaba en un mirador en su observatorio central en la cordillera de los Andes y, acompañada por el joven matrimonio Koki, se divertía cargando al bebé Michio y lanzándolo al aire, mientras se solazaba escuchando sus infantiles carcajadas jubilosas.
Y pensar- Les comenzaba a esos dos enamorados padres unos jovencitos apenas- y pensar que todo lo que se he buscado por tanto tiempo allá afuera- y señaló a los picos nevados y al firmamento inmenso- me parece haberlo encontrado en la risa de su niño.
-Pero entonces parece haber encontrado la respuesta que buscaba- acotó el sonriente joven Koki.
-Tal vez, tal vez no- respondió reflexiva la Dra. Carmona- tal vez siempre conocí la respuesta, pero no había sabido como expresarla. Quizás de eso se trate el existir, de la búsqueda personal de encontrar modos particulares de expresar el silencio.
Y juntas, las cuatro personas, contemplaron la hermosa puesta de sol entre las cumbres.

***

Después de deshacerse las uñas y los dientes, por fin logro hacer un agujero entre la tierra y las rocas: lo amplió y se asomó a la superficie.
Contempló un océano infinito de metal y un cielo de color púrpura donde caían pequeños copos de luz ambarina. Extrañas formaciones orgánicas sobresalían sobre las aguas turbias, que desembocaban en la playa, con sonidos de campana.
Pronto los copos de luz se agruparon y tomaron forma ante sus ojos deslumbrados: sus padres, Andrew, Lain, la Dra. Carmona, Morquei, Hassan- i- Sabbah, el maestro Brian, Lordvi… todos, todos se aparecieron ante él auroleados de una luz, ahora diamantina, y le sonrieron.
El a su vez les sonrió y se aproximó a ellos: se abrazaron con tierno afecto.
Poco a poco se fueron separando de él y se difuminaron en copos de luz que se alejaron hacia el mar…
… y formando ondas calmas en el océano de metal, se difuminaron en la distancia, sin percatarse de la contemplación serena que realizaba flotando sobre las aguas, una silenciosa presencia que nadie vio…
…sólo Koki, que durante un segundo reconoció a Cynthia alada flotando inmóvil sobre las olas, y luego la vio desaparecer en un instante.
Así Koki , demacrado y sucio, sin dejar de sonreír, miró el nuevo mundo una vez más; luego, le dio una espalda, y retornó sin titubeos a las sombras de su profundo agujero, para comenzar a soñar.


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